Pueden existir muchas razones para considerar un cambio de casa.

Quizá conseguimos un mejor trabajo y tenemos más y mejores ingresos, lo que nos hace pensar en tener un lugar más amplio para nuestra familia, en un mejor sector que nos brinde mayores comunidades, entre otras cosas. Todo para tener la casa de nuestros sueños.

¿Pero qué nos motiva para querer mudarnos?

Un cambio de casa es sin duda física y mentalmente desgastante, hay que pensar en costos, en sí tengo los ingresos necesarios para poder financiar la casa, si conseguiré una cerca de mi trabajo o de las escuelas de mis hijos, hay tantos factores que uno tiene que se convierte en un dolor de cabeza.

Esto también ocurre para quienes rentan y desean cambiarse sin que todavía vean materializada la idea de contar con un hogar propio.

Por ello, enumeramos algunas de los factores que debes de tomar en cuenta a la hora de dejar el viejo hogar:

1.- El dinero sin duda debe ser tomado en cuenta para tomar una decisión tan importante. Aunque parece una razón obvia, muchas personas no examinan adecuadamente sus ingresos y lo que les va costar los servicios, impuestos, etcétera. Hay que revisar bien las finanzas por si después queremos comprar o rentar otra casa, o cuánto tardaremos en recuperar la inversión, así como otras cuestiones importantes. Es necesario buscar asesoría profesional para aclarar la situación.

2.- El tener un mayor espacio es otra de las necesidades principales que empujan a las personas a cambiarse de casa. Sentirse “apretado” y estresarse porque ya no caben tus pertenencias. Ves filas de cajas y aunque intentas organizarte, sabes que el espacio ya no es suficiente.

3.- La zona donde vives ya no es lo que era. Te mudaste con la intención de una vida tranquila, pero tienes conflictos con tus vecinos, la situación de inseguridad no es la más deseable y sientes que ya no tiene las condiciones para vivir ahí. De tu trabajo a tu casa pasas mucho tiempo en el tráfico que ahora lo que deseas para ti y tu familia es un lugar que te brinde más tranquilidad.

4.- Menos o más integrantes de la familia. Es importante mencionar, pues mientras una familia se hace más grande es necesario contar con más espacio para cada uno de los integrantes.

De igual forma, tener una casa grande después de que los hijos han dejado el nido, es un buen motivo para mudarse a un sitio más acogedor.

5.- En muchas ocasiones resulta más económico cambiarse de casa que remodelarla de acuerdo a las necesidades. Aunque por un lado está el sentimiento de la nostalgia y el valor emocional que le da la familia a su espacio, hay que pensar en si verdaderamente vale la pena invertir tiempo y dinero en vez de buscar un nuevo hogar.

Ojalá que esta pequeña lista sea de utilidad para tomar una decisión adecuada y te recomendamos asesorarte con un profesional para despejar inquietudes.